¿Cuál es la droga llamada cristal y cuáles son sus efectos? La metanfetamina, también conocida como cristal, es una droga estimulante que conlleva un alto riesgo de dependencia física. Se asemeja a rocas brillantes o fragmentos de cristal de distintos tamaños. Esta es la forma más potente de metanfetamina. La droga es inodora e incolora. Como estimulante, acelera la actividad del sistema nervioso central, lo que puede hacer que una persona se sienta eufórica, poderosa y alerta.
Los laboratorios ilegales fabrican la droga combinando ingredientes derivados de fármacos de venta libre, especialmente medicamentos para la tos y el resfriado, con sustancias tóxicas.
¿Qué es la metanfetamina o cristal?
Las metanfetaminas son estimulantes, un tipo de droga que permite a las personas mantenerse despiertas y realizar actividades continuas con menos necesidad de dormir.
Estas drogas se fabrican en forma de pastillas, polvos o cristales gruesos llamados hielo. El hielo, apodado metanfetamina de cristal, es una droga muy popular, sobre todo entre los adultos jóvenes y entre los que van mucho a discotecas y fiestas.
¿Cómo se consume la metanfetamina?
Las metanfetaminas se tragan, se inhalan, se fuman o se inyectan en vena.
¿Qué hace la metanfetamina?
Las personas que abusan de las metanfetaminas se sienten colocadas y llenas de energía. Piensan que la droga les permitirá seguir y seguir. Pero la metanfetamina es muy perjudicial para el cuerpo y el cerebro, sobre todo con el consumo repetido.
Los efectos secundarios son respiración acelerada, ritmo cardíaco irregular y aumento de la tensión arterial. Los consumidores también se quejan de sudoración, dolores de cabeza, visión borrosa, boca seca, sofocos y mareos. Como la droga suele disminuir o incluso eliminar el apetito, se ha utilizado como una peligrosa estrategia de dieta para las personas que intentan perder peso rápidamente.
El consumo prolongado puede provocar daños cerebrales que causan problemas de memoria y de movimientos corporales, y puede provocar cambios de humor y comportamientos violentos.
Cuando se consume en grandes dosis, la metanfetamina puede provocar un aumento peligroso de la temperatura corporal, confusión, convulsiones (movimientos espasmódicos incontrolables del cuerpo) e incluso la muerte.
Uso recreativo
La metanfetamina es una potente droga estimulante que puede provocar sentimientos de euforia y alta energía. La gente puede elegir la metanfetamina por estos efectos eufóricos.
La metanfetamina también puede provocar una rápida pérdida de peso, un aumento de la libido y sensaciones intensas de alerta y concentración.
Algunas personas se automedican para conseguir estos efectos, con la esperanza de perder peso, mejorar su rendimiento sexual, reducir la depresión o concentrarse más en el trabajo o la escuela.
Sin embargo, como ocurre con la mayoría de las sustancias adictivas, el cuerpo empieza a tolerar la metanfetamina con el uso prolongado. Esto reduce la intensidad del subidón. También reduce otros efectos deseados de la droga, como la mejora de la libido y la concentración. Esta tolerancia puede hacer que una persona consuma más metanfetamina para conseguir el mismo subidón que antes conseguía con una dosis más baja.
Con el tiempo esto puede llevar a la adicción. Las personas con un trastorno por consumo de sustancias pueden consumir este tipo de drogas, y otras, para sentirse normales. Si dejan de consumirlas, pueden experimentar dolorosos efectos de abstinencia.
¿Cómo se consume?
Una persona puede esnifar o inyectarse metanfetamina. La forma en que una persona toma la metanfetamina puede afectar al subidón. Por ejemplo, fumar ofrece un subidón más corto e intenso, incluido un «subidón» cuando se fuma por primera vez.
¿Cómo afecta la metanfetamina al cerebro?
La metanfetamina aumenta la liberación del neurotransmisor dopamina y detiene su recaptación. La dopamina desempeña un papel importante en la función motora, la motivación, la recompensa y la forma en que el cerebro experimenta e interpreta el placer.
El subidón de dopamina en los centros de recompensa del cerebro da a la persona una sensación de euforia poco después de tomar la droga.
La metanfetamina también puede afectar gravemente a la estructura y el funcionamiento del cerebro. Afecta a zonas del cerebro relacionadas con las emociones y la memoria, así como a estructuras asociadas con el juicio. Esto puede explicar por qué las personas que consumen cristal de forma crónica suelen desarrollar dificultades emocionales y cognitivas.
El consumo repetido puede tener algunos efectos psicológicos. Entre ellos se incluyen:
- Ansiedad, irritabilidad y comportamiento agresivo o violento.
- Estado de alerta y aumento de la concentración.
- Hiperactividad e insomnio.
- Aumento de la energía, la libido, la autoestima, la confianza y la sociabilidad.
- Delirios de grandeza con sensación de poder e invencibilidad.
- Alucinaciones y paranoia.
- Agitación psicomotriz y hurgamiento compulsivo de la piel, que provoca úlceras cutáneas.
- Comportamientos repetitivos y obsesivos.
- Trastornos psicosomáticos, en los que una alteración mental causa un síntoma o dolencia física aparente.
- Cuando la gente toma metanfetamina con regularidad o en dosis elevadas, puede provocar psicosis inducida por la droga.
Una persona que consuma regularmente metanfetamina también corre un alto riesgo de depender excesivamente de la droga o de desarrollar un trastorno por consumo de sustancias.
Efectos de la metanfetamina en el organismo
La droga también puede provocar los siguientes efectos físicos: anorexia, es decir, pérdida de apetito. visión borrosa, llagas en la cara, enfermedad de las encías y dientes agrietados, estreñimiento o diarrea, pupilas dilatadas, mareos, boca y piel secas, hipertermia, que es una temperatura corporal elevada, sofocos, dolores de cabeza, hipertensión, entumecimiento, palidez, sudoración profusa, respiración rápida, inquietud, espasmos y temblores, ritmo cardiaco anormal, taquicardia y palpitaciones.
El consumo de la droga puede provocar una disminución de las inhibiciones y comportamientos que ponen a la persona en peligro. El consumo crónico o una sobredosis pueden provocar convulsiones, derrame cerebral e infarto de miocardio. Incluso puede ser mortal.
Caries oral
Las personas que consumen regularmente metanfetamina de cristal pueden desarrollar caries, dientes agrietados o rotos y enfermedades de las encías.
Varios factores contribuyen a la aparición de caries en las personas que consumen metanfetamina:
- Con frecuencia rechinan y aprietan los dientes cuando están colocados.
- Experimentan un subidón y pueden tener antojo de bebidas azucaradas.
- Suelen descuidar la higiene bucal durante el prolongado periodo de euforia.
Trastorno por consumo de sustancias y síndrome de abstinencia
La metanfetamina produce una sensación de euforia de hasta 12 horas y la gente ansía sus potentes efectos una y otra vez. Sin embargo, tras varios usos, la misma dosis ya no tiene el mismo efecto. La persona desarrolla tolerancia a la droga y necesita más de la droga para conseguir el mismo efecto.
Una persona puede desarrollar un trastorno por consumo de sustancias después de consumir metanfetamina sólo unas pocas veces.
Con el tiempo, la necesidad del subidón se vuelve más importante que otros factores en la vida de la persona. Si una persona intenta romper el ciclo, experimentará síntomas de abstinencia. Aunque la sangre de la persona estará libre de la droga después de 1-3 días sin consumirla, los síntomas psicológicos pueden continuar durante un tiempo.
Esto se debe a que la metanfetamina, al igual que otras drogas, cambia la química del cerebro. Además, una persona puede consumir metanfetamina para hacer frente a otros problemas, como la depresión, el aburrimiento o la disfunción sexual.
Algunos síntomas de abstinencia que una persona puede experimentar incluyen:
- Agitación y ansiedad.
- Depresión severa.
- Fatiga e insomnio.
- Psicosis.
La persona probablemente también experimentará turbulencia emocional y fuertes ansias durante algún tiempo. Estos síntomas pueden durar días o semanas, dependiendo de cuánto tiempo la persona haya usado cristal de metanfetamina.
Tratamiento y rehabilitación
El trastorno por uso de sustancias es un diagnóstico que requiere tratamiento médico. No es una falla moral y las personas no pueden simplemente pensar o desear salir de él.
En cambio, el tratamiento se enfoca en:
- Manejar los síntomas físicos de abstinencia.
- Apoyar a la persona para que maneje los problemas subyacentes que llevaron al uso perjudicial de cristal de metanfetamina.
- Cultivar habilidades de afrontamiento más saludables.
Los programas de rehabilitación de drogas pueden ayudar a las personas a superar el proceso de abstinencia, permitiéndoles alcanzar sus objetivos relacionados con el uso de cristal de metanfetamina.
Resumen
El cristal de metanfetamina no tiene uso médico y conlleva un alto riesgo de dependencia física y psicológica. El uso prolongado puede causar problemas de salud graves, incluyendo enfermedad de las encías y pérdida de dientes. También puede afectar las relaciones, las finanzas y el futuro de una persona.
Independientemente de la razón de una persona para usar cristal de metanfetamina o el tiempo que lo haya estado usando, el tratamiento es posible. Las personas deben contactar a un médico o especialista que se ocupe de los trastornos por uso de sustancias para obtener apoyo.
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