La estigmatización de las personas con adicciones. ¿Cómo afecta el estigma en las adicciones a la recuperación?
¿Qué es el estigma?
El estigma, son actitudes, creencias o comportamientos negativos hacia un grupo de personas con problemas de adicciones. Incluye discriminación, prejuicios, juicios y estereotipos, lo que puede aislar a las personas que padecen de adicciones.
Un ejemplo de ello son las ideas erróneas y negativas que rodean a las personas que luchan contra el abuso de sustancias, a menudo derivadas de los síntomas conductuales. Las investigaciones han demostrado que la adicción está más estigmatizada que otras enfermedades.
¿Cuáles son las consecuencias del estigma de la adicción?
En lugar de abordar la adicción como el problema de salud pública que es, se tiende a tratar los trastornos por consumo de sustancias como cuestiones morales y delictivas. Esto es especialmente cierto en el caso de la adicción a drogas ilícitas que percibimos de forma más negativa que la adicción a sustancias legales como el alcohol o los cigarrillos.
Este estigma es muy problemático, ya que las acciones posteriores como la criminalización de las conductas de consumo de sustancias, no hacen sino exacerbar el estigma de la adicción y marginar aún más a las personas que más necesitan tratamiento.
Para muchas personas que sufren abuso de sustancias, el estigma de la adicción crea una barrera adicional para el tratamiento y su recuperación. Lamentablemente, sólo un pequeño porcentaje de personas con adicción busca y recibe tratamiento.
¿Cómo se ve el estigma en las adicciones?
Como hemos mencionado anteriormente, el término estigma se utiliza para referirse a creencias falsas y negativas que son generalizadas acerca de un tema o grupo de personas. Ejemplos de estigma relacionado con la adicción incluyen:
- La adicción es una elección.
- Las personas que usan drogas no tienen fuerza de voluntad.
- Las personas que abusan del alcohol son egoístas y no se preocupan por sus seres queridos.
- Solo las personas pobres y sin educación desarrollan adicciones.
- Alguien con una adicción es un criminal que merece estar en la cárcel.
- Alguien con una adicción no puede contribuir a la comunidad.
- Alguien con una adicción no puede ser ayudado.
- El uso de nombres despectivos para referirse a personas con adicción, también es una forma de estigma. Estos nombres están destinados a ser denigrantes y ofensivos.
¿Cómo afecta el estigma de las adicciones en el tratamiento y recuperación?
El estigma de la adicción al alcohol y otras drogas se deriva de los síntomas conductuales y de los aspectos del trastorno por consumo de estas sustancias. Por ejemplo, los síntomas como la falta de juicio o el comportamiento errático pueden tener consecuencias negativas, tales como problemas legales, laborales y de pareja.
Es comprensible que este tipo de consecuencias provoquen vergüenza entre los afectados. También crean actitudes y percepciones estigmatizadas sobre la adicción entre el público en general, una respuesta que vincula la vergüenza privada asociada a la drogadicción.
Durante generaciones, esta combinación de vergüenza personal y estigma público ha producido tremendos obstáculos para abordar el problema del alcoholismo y otras drogodependencias. Hoy en día, el estigma de la adicción se considera un obstáculo fundamental para la prevención, el tratamiento y la recuperación eficaz de las adicciones a nivel individual, familiar, comunitario y social. El estigma de la adicción impide que muchas personas reciban la ayuda que necesitan.
Muchos de los síntomas conductuales negativos y estigmatizantes asociados a la enfermedad de la adicción tienden a disminuir cuando se tratan y gestionan adecuadamente en la recuperación.
A nivel individual y familiar, la adicción al alcohol y las drogas se considera tradicionalmente un asunto privado, algo de lo que sólo se susurra. Incluso cuando los síntomas de la enfermedad son evidentes para todos, las personas y las familias suelen evitar buscar ayuda por miedo incluso a reconocer el problema. Esta es una de las razones por las que sólo uno de cada 10 estadounidenses con un trastorno por consumo de sustancias, recibe atención profesional para la adicción.
A nivel comunitario y social, la misma corriente subterránea de estigmatización de la adicción mantiene la adicción a las drogas y al alcohol infradiagnosticada, infratratada, infrafinanciada e incomprendida por muchos.
¿Qué causa la estigmatización de las personas con adicciones?
Los factores que contribuyen al estigma en torno a las personas con trastornos por uso de sustancias incluyen:
- Falta de educación sobre la naturaleza de la adicción.
- No conocer a nadie con un trastorno por uso de sustancias.
- Estar rodeado de personas que comparten las mismas creencias prejuiciosas.
- Querer creer que hay soluciones simples para problemas complejos.
- El estigma relacionado con los trastornos por uso de sustancias puede ser visto de manera similar al estigma en torno a problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión.
- Dado que muchas personas con trastornos por uso de sustancias también tienen condiciones de salud mental concurrentes, esto solo sirve para aumentar las barreras a la recuperación.
El estigma relacionado con la adicción tiene varios efectos negativos
El estigma puede:
- Disminuir la autoestima.
- Crear sentimientos de fracaso cuando la fuerza de voluntad no puede resolver el problema.
- Provocar síntomas de depresión.
- Fomentar el desarrollo de una mentalidad de víctima al hacer que la persona sienta que nunca será respetada, sin importar lo que haga.
Además, el estigma puede tener un impacto negativo en los familiares de personas con trastornos por uso de sustancias. Alentándolos a mantenerse en silencio en lugar de buscar el apoyo que necesitan para procesar sus propios sentimientos en torno a la adicción de su ser querido.
¿Cómo reducir el estigma de la adicción?
Cuanto más asociemos la vergüenza con la adicción a las drogas, menos probable será que como sociedad cambiemos nuestras actitudes y brindemos a las personas la ayuda que necesitan. Debemos abordar los prejuicios y las inexactitudes en los medios de comunicación con respecto a la adicción, el público necesita estar mejor educado para comprender que la adicción es una condición tratable.
El estigma dificulta pedir ayuda, pero podemos facilitar que las personas reciban apoyo haciéndoles saber que no están solas y que el consumo de sustancias no define quiénes son. La adicción es una condición médica tratable, no una elección.
Si un ser querido está lidiando con una adicción, por favor, ten en cuenta que hay varias formas de obtener ayuda. Comunícate con Hacienda del Lago para conocer los programas de tratamiento que pueden satisfacer tus necesidades específicas.
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