¿Puede superarse la adicción a las drogas? Psicología de un adicto

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¿Puede superarse la adicción a las drogas? Psicología de un adicto

 

Para ahondar en el perfil psicológico de una persona con adicción a las drogas, podemos realizar una comparación sencilla de la adicción con la concepción budista del universo. Esta, plantea una hipótesis interesante, y es la existencia de la Rueda de la Vida que gira alrededor de 6 reinos. Cada uno representa un espacio diferente para existir.

 

Uno de estos reinos es el de los espíritus hambrientos. Es un estado de existencia que se caracteriza por un anhelo insaciable y un sufrimiento constante. Los seres de este reino padecen de una sed interminable de cualquier forma de gratificación, ya sea comida, bebidas, o, en este caso, drogas. Su deseo insatisfecho los lleva a un estado constante de frustración y tormento.

 

Rueda de la vida y adicción

 

¿Cómo se relaciona esto con la adicción?

 

La respuesta es que, la adicción, en todas sus formas, comparte varias características con este reino budista. Por ejemplo, una persona adicta experimenta un deseo frecuente por una sustancia o actividad a pesar de que tenga consecuencias negativas en los diferentes aspectos de su vida cotidiana. Este anhelo insaciable solamente abre espacio a un ciclo interminable de búsqueda y consumo que, lejos de satisfacer o llenar ese “vacío”, intensifica el sufrimiento en gran medida. Algunas de las similitudes son:

 

  • Hambre insaciable: Tanto los espíritus hambrientos como las personas que padecen adicción, llegan a experimentar una gran necesidad de algo que creen llenará su vacío interior.
  • Sufrimiento constante: Los adictos, al igual que los espíritus hambrientos, llevan una búsqueda muy alejada de ser satisfactoria. Al contrario, lleva a un estado de sufrimiento crónico, tanto físico como emocional.
  • Pérdida de control: Los adictos pierden el control sobre sus acciones, ya que priorizan la satisfacción de su deseo de gratificación por encima de todo lo demás.

 

El sufrimiento que mencionamos se genera en un apego excesivo y una búsqueda insaciable. Es importante destacar que no se trata de creer en otros paradigmas como lo es, en este caso, el budismo. Más bien, hacemos énfasis en que nos ofrece una metáfora bastante útil a la hora de comprender el perfil psicológico de una persona con adicción a las drogas.

 

Las adicciones nunca pueden reemplazar verdaderamente las necesidades vitales que desplazan temporalmente”, escribe Gabor Maté en su libro El Reino de los Fantasmas Hambrientos.

 

¿Qué es una adicción?

 

Gabor Maté, médico y escritor canadiense, define las adicciones como “cualquier comportamiento repetido, relacionado con sustancias o no, en el cual una persona se siente obligada a persistir sin importar su impacto negativo en su vida y en la vida de los demás”. 

 

Por ello, destacamos, que a pesar de que constantemente se relaciona la adicción con sustancias, también existen las adicciones conductuales. Estas últimas son muy comunes, y pueden tener un impacto igual de destructivo en la vida de la persona que la adicción a las drogas. En este sentido, cualquier pasión tiene potencial para convertirse en una adicción.

 

Entonces, ¿cómo distinguimos entre los dos? Para ello existe una pregunta central: ¿Quién está al mando, el individuo, o su comportamiento?

 

Dominar una pasión es posible, sin embargo, cuando esta se vuelve obsesiva y no se puede dominar, es una adicción. Podemos plantear lo siguiente: Dado el daño que se está haciendo el individuo a sí mismo y a los demás, ¿está dispuesto a parar?

 

Maté explica que todas las adicciones se originan en el dolor, ya sea sentido abiertamente o escondido en el inconsciente. Más allá de una simple búsqueda de placer, el uso crónico de sustancias es el intento del adicto de escapar de su propio sufrimiento.

 

¿Qué pasa en el cerebro de una persona adicta a las drogas? Relación entre hogares disfuncionales y la adicción

 

Existe evidencia de que muchos de los individuos con adicción a las drogas, aunque no todos, han crecido en hogares disfuncionales

 

De acuerdo a Carl Jung, “Todas las dificultades parentales se reflejan sin falta en la psique del niño, a veces, con resultados patológicos. La influencia parental en el desarrollo del niño y la susceptibilidad a las adicciones en la vida adulta no puede ser subestimada. Al igual que el niño en el útero está inmerso en, y completamente dependiente del cuerpo de la madre, en los primeros años de vida, cuando el cerebro es más maleable, un niño está emocional y psicológicamente fusionado con los padres”.

 

En este sentido, en una infancia disfuncional se ve alterado el desarrollo cerebral de maneras que aumentan la probabilidad de desarrollar adicción a las drogas o adicciones conductuales. El desarrollo cerebral del adicto, en estas ocasiones, ha sido saboteado desde edades tempranas debido a sus heridas de la infancia.

 

Por lo tanto, los sistemas subvertidos por la adicción, los circuitos de dopamina y opioides, el cerebro límbico (emocional), el aparato del estrés y las áreas de control de impulso, no pueden desarrollarse normalmente en las circunstancias mencionadas. Es por eso que las personas que han vivido abuso, ya sea psicológico, emocional o físico durante sus primeros años, son más propensas a desarrollar la enfermedad de la adicción.

 

Es importante mencionar también que cada padre cuida a sus hijos de acuerdo a las herramientas y recursos que tiene al momento. Nadie puede ser el padre perfecto. Y hacemos énfasis en que no todas las adicciones se generan a causa de hogares disfuncionales. Esta es sólo una perspectiva de todas las causas que pueden llevar al desarrollo de adicciones.

 

¿Cuáles son las causas de la adicción a las drogas? Más allá de un hogar disfuncional

 

Si bien, se mencionan mucho las experiencias dolorosas y marcantes durante la infancia, no son ellas el único factor influyente en la adicción a las drogas. Las personas que han crecido con cuidadores emocionalmente fríos o distantes, también son mucho más propensas a recurrir a sustancias adictivas en la edad adulta. 

 

A esto se le conoce como “separación cercana”. Es decir, el padre está presente físicamente y satisface todas las necesidades (físicas) de su hijo, sin embargo, debido a factores como el estrés o la depresión, no nutre al niño de forma psicológica o emocional.

 

Esta situación provoca que el niño busque sus propios mecanismos de afrontamiento, que no son adecuados. En los pequeños, esto se ve reflejado en conductas como mecerse o chuparse el dedo para liberarse de la angustia que pueden estar sintiendo. Al llegar a la adultez y sin estrategias de afrontamiento adecuadas, inician una búsqueda de satisfacción química proveniente de fuentes externas, como lo son las drogas.

 

Hay múltiples factores que influyen en el desarrollo de una adicción. En este caso, discutimos la relación entre la infancia del individuo y su vulnerabilidad ante esta enfermedad.

 

La epidemia de adicciones

 

En la actualidad, podemos ver que la adicción a las drogas no se limita a las personas con infancias llenas de eventos dolorosos o con cuidadores emocionalmente ausentes. Y esto tiene que ver con las masas o la presión por parte de grupos. Lo cierto es que, en la modernidad de nuestra sociedad, muchos se ven obligados a adoptar el consumismo como forma de vida. Abusando de la tecnología o pasando mucho tiempo en redes sociales, para escapar del sufrimiento interno, el cual implica sensaciones de impotencia y de vacío. El resultado de lo explicado es la tormenta perfecta, que ha creado una epidemia de adicción.

 

Todo esto nos lleva a reflexionar el estado actual de nuestra sociedad, y por eso recalcamos la importancia de buscar ayuda profesional al experimentar sentimientos de vacío, o cuando nos sentimos sin propósito en nuestras vidas. La problemática es que se han llegado a normalizar sensaciones que son comunes, pero no son del todo normales, y por ello, muchas personas no buscan la ayuda que necesitan.

 

¿Realmente puede superarse la adicción a las drogas?

 

Aunque el ritmo de la vida actual y el hecho de que se haya normalizado en gran medida el consumo de sustancias para escapar de emociones displacenteras influyen mucho en la búsqueda de ayuda profesional, sí es posible superar la adicción a las drogas. Recordemos que la adicción es una enfermedad crónica que no tiene cura. Sin embargo, es posible controlarla.

 

Para ello, se requiere de una red de apoyo, educación en adicciones y desarrollar estrategias de afrontamiento sanas. Es por eso que un centro de adicciones puede dar mejores resultados, ofreciendo un ambiente seguro y libre de detonantes, donde el adicto pueda encontrar el camino para recuperarse.

 

Vivir en sobriedad es posible. En Hacienda del Lago ofrecemos ayuda terapéutica y tratamiento personalizado para la adicción a las drogas y adicciones conductuales, como el juego compulsivo. No dudes en contactarnos si tú o tus seres queridos necesitan asistencia. También puedes contactarnos a través de WhatsApp aquí.

 

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